El final del tiempo. El principio de la distancia.

Pensaba dejarlo morir. Ahogarlo en sus mismas armas. Poco queda de aquel universitario que aterrorizado ante el final que se avecinaba, exprimia sus ultimos dias de facultad coleccionando derrotas. Encerrado. Anhelando escapar del oscuro sotano donde, pese a todo, una precaria conexion wifi delimitaba debilmente un nuevo campo de batalla.

El que te lo cuenta. Mal electricista casero. Ocioso sin tiempo libre. Aficionado a la musica, al cine y a casi cualquier otra forma de expresion interpersonal. El cobarde del puñetero temblor de rodillas. Mal fotografo, avido lector. Un autentico pelmazo. Él. Aquel que se escondia de si mismo vistiendo con mentiras viejas certezas que ni las Distancias consiguieron acallar. Yo.


Ya no estoy atrapado entra la universidad y el oscuro mundo laboral. El Tiempo, la distancia y otras grandes mentiras se agoto. No se actualizara más. Como ya os he comentado pensaba dejarlo morir, pero diablos ,por una vez y sin que sirva de precendente hare una despedida formal. Desde aqui solo queria dar las gracias a todos los que alguna vez habeis tenido la mala suerte de dejaros caer por este trozo de mi que ya siempre permanezara anclado en este gastado dominio de la world wide web. (bueno o al menos mientras los simpaticos y amables señores de blogger sigan prestandome su socorrido alojamiento gratuito...)

Mil gracias y un breve hasta luego!



*veritas tempus est

Habriendo boca

A solo tres días.

"...un festín de calamarología con mucho calambre eléctrico, algún que otro receso tanguero, una barra libre de semiclásicos por la que se deslizan «Estadio Azteca», «Paloma», «Te quiero igual», «Loco», «Alta suciedad» y «El día de la mujer mundial» y, sobre todo, un Calamaro que, más cantante que nunca, abandona la guitarra para concentrarse en el pie de micro exhibiendo así sin escudos una vibrante segunda juventud."


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