Hoy he comprado la primera de las numeras participaciones de loteria de Navidad que durante los proximos meses colmaran mi mal nutrida imaginacion con ilusiones que llegado el momento acabaran en el mimo puñetero lugar donde acaban todos los años los cientos de boletos no premiados que en estos días se acumulan en mi cartera. La papelera.
A principios del siglo pasado, mi bisabuelo, como tantos otros por esa epoca, dejo atras su tierra natal (Almeria) y cruzo el Atlantico en busca de una vida mejor. Hacer las americas, solía decirse. Para mi desgracia, el tiempo y el olvido han borrado las huellas de su estancia en el nuevo mundo y ninguno de mis numerosos familiares sabe contarme con exactitud en que activividad aprovecho aquellos años.
Lo que es seguro es que su estancia fue provechosa. A su regreso invirtio sus ahorros en montar un comercio de articulos de lujo en Sanlucar de Barrameda. Por aquella epoca un autentico foco comercial al que llegaban todo tipo de mercancias exoticas provenientes del nuevo mundo, que mas tarde remotaban el Guadalquivir en majestuosos barcos de vapor, rumbo a la metropoli sevillana.
Fue en una centrica casa, en la Calle Ancha, a unos metros de la Plaza del Cabildo. La misma casa en la que, muchos años despues pase los siempre felices veranos de mi infancia. Pero eso es otra historia.....
No se sabe bien el porque. Si por negocios; por mañanas de octubre tan soleadas y apetecibles como la de hoy o quizas por amor; que mi citado ascendiente vino a establecerse a la Córdoba del primer cuarto del siglo XX. Por aquel entonces, el centro de la vida social de la ciudad era la Plaza de la Tendillas y fue alli mismo, en la calle, donde con un paraguas y un grifo portatil empezó a tirar cervezas. (...)
Hoy en día, en la calle Jesus María, esquina Tendillas y Malaga, se toman las que para muchos son las mejores cañas de toda la ciudad. Las de El Correo. Cuando uno entra, en los apenas 9 metros cuadrados que tiene el local, (parece imposible que en tan poco espacio se sirvan más barriles que en ningun otro bar de Córdoba), la primera foto que se encuentra es la de mis bisabuelos, al lado la de mi abuelo y su hermano, la segunda generación, justo tras el grifo donde continua sirviendo cañas mejor que nadie y pegando voces, más alto que nadie, Manolo, mitio segundo primo. Un periodista escribio en cierta ocasion acerca de él: "Un día te puede parecer un hombre un poco borde y otro… el hombre más borde que pueda haber detrás de una barra". Y sin embargo el Correo siempre está repleto
Si pasais por alli y os deteneis a tomar unas cervezas quizas aun quede alguna de las participaciones que este año se juegan para el sorteo de Navidad. Son del 24.531. Veinticuatro de mayo de mil novecientos treinta y uno. La fecha en que nacio El Correo.
A principios del siglo pasado, mi bisabuelo, como tantos otros por esa epoca, dejo atras su tierra natal (Almeria) y cruzo el Atlantico en busca de una vida mejor. Hacer las americas, solía decirse. Para mi desgracia, el tiempo y el olvido han borrado las huellas de su estancia en el nuevo mundo y ninguno de mis numerosos familiares sabe contarme con exactitud en que activividad aprovecho aquellos años.
Lo que es seguro es que su estancia fue provechosa. A su regreso invirtio sus ahorros en montar un comercio de articulos de lujo en Sanlucar de Barrameda. Por aquella epoca un autentico foco comercial al que llegaban todo tipo de mercancias exoticas provenientes del nuevo mundo, que mas tarde remotaban el Guadalquivir en majestuosos barcos de vapor, rumbo a la metropoli sevillana.
Fue en una centrica casa, en la Calle Ancha, a unos metros de la Plaza del Cabildo. La misma casa en la que, muchos años despues pase los siempre felices veranos de mi infancia. Pero eso es otra historia.....
No se sabe bien el porque. Si por negocios; por mañanas de octubre tan soleadas y apetecibles como la de hoy o quizas por amor; que mi citado ascendiente vino a establecerse a la Córdoba del primer cuarto del siglo XX. Por aquel entonces, el centro de la vida social de la ciudad era la Plaza de la Tendillas y fue alli mismo, en la calle, donde con un paraguas y un grifo portatil empezó a tirar cervezas. (...)
Hoy en día, en la calle Jesus María, esquina Tendillas y Malaga, se toman las que para muchos son las mejores cañas de toda la ciudad. Las de El Correo. Cuando uno entra, en los apenas 9 metros cuadrados que tiene el local, (parece imposible que en tan poco espacio se sirvan más barriles que en ningun otro bar de Córdoba), la primera foto que se encuentra es la de mis bisabuelos, al lado la de mi abuelo y su hermano, la segunda generación, justo tras el grifo donde continua sirviendo cañas mejor que nadie y pegando voces, más alto que nadie, Manolo, mi
Si pasais por alli y os deteneis a tomar unas cervezas quizas aun quede alguna de las participaciones que este año se juegan para el sorteo de Navidad. Son del 24.531. Veinticuatro de mayo de mil novecientos treinta y uno. La fecha en que nacio El Correo.
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