Media España cambia la nagüilla de verano por la de invierno y pone la tarima y el brasero en la mesa camilla. Ellas, guardan las sandalias y sacan sus botas -para algunas, uno de los momentos más felices del año-. Nosotros, tenemos que llamar antes y pagar más para coger la pista cubierta. Sales a la calle y ves que la gente esta echa un lio y no sabe que ponerse. Ayer mismo observaba como charlaba un grupo de amigas en una cafeteria. Una con el abrigo de invierno, otra en tirantes y otra con chaqueta de ente tiempo....
Yo, peleo con mis paragüas y escucho viejas canciones que suenan a otoños pasados. Supongo que sino fuera por estas pequeñas cosas cada día seria igual. Viviria mi particular día de la marmota. Estaria atrapado en el tiempo...
jueves, octubre 19, 2006
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